Este estudio sirve para detectar enfermedades del corazón como: hipertrofias, bloqueos de rama y auriculoventriculares, patrones de isquemia o infarto, alteraciones del segmento ST, QT y T, y arritmias.
Este método diagnóstico no es invasivo. Es seguro, accesible y de gran utilidad, cuya función principal es la de registrar la actividad eléctrica del corazón.
Este estudio identifica trastornos del ritmo cardíaco de la conducción y los cambios de la repolarización ventricular. Se emplea en forma indirecta para deducir el crecimiento de cavidades cardíacas, aparición de trastornos isquémicos o para identificar alteraciones metabólicas y/o electrolíticas determinadas.
Los cinco patrones electrocardiográficos anormales comúnmente detectados son:
Es importante complementar este estudio con la exploración física, la radiografía de tórax, analítica general y otros métodos de diagnóstico radiológico en caso de ser necesario.
El ECG (también llamado EKG) es uno de los procedimientos más sencillos y rápidos utilizados para evaluar el corazón. Se colocan electrodos (pequeños parches de plástico) en determinados lugares del tórax, los brazos y las piernas de el paciente. Cuando los electrodos se conectan a la máquina de ECG mediante cables conductores, la actividad eléctrica de el corazón del paciente se mide, interpreta e imprime para información del médico y posterior análisis de la misma.
Al paciente acostado se le colocan unas terminales llamadas electrodos en la cara anterior del tórax a la altura del área cardiaca que detectan su actividad eléctrica y transmiten registrándose un trazo en papel que después es interpretada por un cardiólogo.
Un día antes del estudio, no desvelarse, no fumar, no ingerir alcohol.
En el caso de los varones si existe vello en exceso en el pecho, habrá que rasurarlo. Si toma medicamentos debe hacérselo saber al personal.