La Prueba de Esfuerzo (ECG de esfuerzo) se realiza para evaluar la respuesta del corazón al esfuerzo o al ejercicio. Se monitorea mientras el paciente se ejercita en caminadora.
El procedimiento se realiza en Vida Care por un cardiólogo especialista. El equipo que se utiliza incluye una máquina de ECG, electrodos (pequeños parches plásticos que se adhieren a la piel) y cables conductores que se conectan a los electrodos de la piel. Se utiliza un manguito de presión sanguínea conectado a una máquina de monitoreo electrónico. Para el ejercicio, se utiliza una caminadora. Se tomarán lecturas de ECG y presión sanguínea iniciales o “basales” mientras que el paciente está sentado, antes de comenzar el ejercicio.
El paciente deberá caminar en la caminadora durante la etapa de ejercicio del procedimiento. La inclinación de la caminadora se incrementará gradualmente para proporcionarle a el paciente un ejercicio más intenso. Se controlará el ECG y la presión sanguínea durante la etapa de ejercicio del examen. Cuando termine el ejercicio, el paciente se sentará mientras se controla el ECG y la presión sanguínea durante unos 10 a 15 minutos. El procedimiento durará aproximadamente una hora.
En determinados momentos del examen, se realizará un trazado de ECG (Electrocardiograma) para comparar los efectos de un mayor esfuerzo sobre el corazón. La velocidad y la inclinación de la cinta continua se incrementarán periódicamente a fin de que el paciente realice un esfuerzo mayor. Realizará el ejercicio hasta llegar a una frecuencia cardiaca límite (determinada por el médico basándose en la edad y el estado físico de su hijo) o hasta que no pueda continuar por experimentar síntomas tales como fatiga, dificultad para respirar, dolor en el tórax, ritmos cardiacos irregulares, etc.